martes, 29 de enero de 2013

Capítulo 8


Llevaba una chaqueta de cuero negra con una camisera blanca y unos pantalones marrones caídos por la cintura. Me encantaba su estilo, le quedaba realmente bien. Tenía algo diferente respecto a la última vez que lo vi. Llevaba el pelo más corto y algo despeinado. Pero aún así, me encantaba…




-¡Tyler!

-¡Enana!


Había echado de menos esos abrazos tan reconfortables en los que sus brazos me rodeaban con fuerza y sabía que todo iría bien. 


-¡Te he echado de menos! – dije mientras notaba que una lágrima había conseguido escapar a pesar de mis esfuerzos porque no pasara.

-Yo también enana, yo también. ¿Estás llorando? No lo hagas, nadie se merece tus lágrimas, y menos yo.

-No seas tonto Tyler, sabes que yo nunca malgastaría mis lágrimas por ti – le dije guiñándole un ojo.

-No has cambiado nada – dijo entre risas.

-Tú tampoco, y me alegro de ello…Bueno, basta ya de ñoñerías. ¿Adónde vamos?

-Tú sabrás. A mí me da igual.

-¿Batido de oreo y lacasitos?

-Batido de oreo y lacasitos.


Fuimos andando a un bar en el que tenían comida súper barata como patatas, perrito, hamburguesas y refrescos a un euro. Pero lo que más me gustaba de allí eran los batidos que hacán. Podías encontrarte los típicos de fresa, chocolate, vainilla…pero los que mejor estaban eran los de oreo, lacasitos, kitkat y huesitos. Tyler y yo habíamos sido amigos desde pequeños y todos los meses, el tercer sábado de cada mes, íbamos allí a tomarnos un batido.
Al entrar, saludamos a los camareros. Eran muy simpáticos y siempre te atendían con una sonrisa. Daba gusto ir allí.


-¡Ainé, hola!… ¿Tyler? ¡Cuánto tiempo! ¿Qué tal por Italia?

-Muy bien Rocío, gracias.

-¿Habrás dejado a alguna chica por ahí con ganas de más no?

-No creas – dijo mientras los tres nos reíamos.

-Un placer veros por aquí. ¿Lo de siempre?

-Si, ¡gracias!


Nos sentamos en la misma mesa de siempre. En la pared había un cuadro que siempre me había hecho gracia. Era un bote de mostaza que le daba un corazón a un bote de ketchup. 


-Bueno, entonces, te lo pasaste bien en Italia…

-Digamos que fue soportable el tiempo que estuve allí.

-No quieres hablar de ello, lo entiendo. Ya sabes que no te obligaré a que me cuentes nada, cuando quieras contármelo sabes donde estoy.

-Gracias – dijo mientras me agarraba la mano. No se cómo lo hacía, pero siempre estaba caliente. No recuerdo ni un solo día en el que tuviese las manos frías.

-Aquí tenéis chicos.


-No recuerdo haber pedido tortitas… ¿Tyler?

-A mí no me mires.

-Tranquilos, invita la casa.

-Muchas gracias Rocío. ¡Te queremos!


Tyler cogió el batido de lacasitos y yo cogí el de oreo. Empecé a partir un cacho de las tortitas con nata y chocolate cuando vi mi ocasión. Vi que Tyler estaba distraído mirando por la ventana, y le maché la cara de chocolate.


-¿POR QUÉ? ¿QUIERES GUERRA?

-No Tyler, no hace falta. ¡Si estás muy guapo! – dije entre carcajadas.

-¡Pues toma!


Para cuando quise darme cuenta, me había manchado la nariz de nata.


-Maldito.

-Pero soy adorable – me guiñó un ojo tras decir aquello.

-¿Tregua?

-Venga, va. Que tengo hambre y como tarde mucho te comes tú todo.

-Echaba de menos tus bromas.



-Yo echaba de menos a mi “best friend forever”- dijo poniendo caras raras.


Me daba la sensación de que nada había cambiado. Ahí estábamos los dos, sentados en nuestra mesa, cambiándonos los batidos y riéndonos sin parar.


-Esta ha sido mi comida, dulce, pero mi comida.

-¿Te crees que yo voy a comer después de esto?

-Si no comes, nunca crecerás enana.

-Cambiando de tema, ¿dónde te vas a quedar?

-He estado mirando hoteles por aquí cerca y el más barato sale a unos…

-¡Eh! ¿A caso pensabas que iba a dejarte que te quedaras en un hotel? Ni hablar, te quedas en mi casa.

-¿Estás segura? No quiero molestar…

-Tranquilo, mis padres se van esta noche al pueblo y mi hermano se pasa el día en la universidad estudiando. Venga, porfaaaaaa – dije poniendo cara de cachorrito abandonado.

-Vale, pero sólo porque me encanta tu forma de pedirme que me quede.



Pagamos la cuenta, bueno, Tyler no me dejó pagar, así que pagó él, y nos fuimos. Fuimos directamente a mi casa, ya que empezó a llover. Llegamos empapados.




-Espera, quédate aquí mientras yo voy a por una toalla.


Mientras subía las escaleras, oí a Tyler que estaba diciéndome que le encantaban las fotos que había en la entrada. Personalmente, odiaba esas fotos, menos una, en la que estaba con él cuando éramos pequeños.


-Aquí tienes. Sécate con ella y dame tu ropa para que la ponga en la calefacción.

-¿Tan pronto quieres que me desnude? Pensé que querrías ir más despacio…

-Idiota, es para que se seque. Aquí tienes la camiseta que te robé hace unos años y unos pantalones de mi hermano – le dije sacándole la lengua.

-No me acordaba de que eras una ladrona de camisetas… Mañana iré a casa de Miguel a recoger mis cosas. Me dejó dejar allí mis cosas hasta que consiguiera un sitio donde dormir.

-Ni que fueras un vagabundo.


Una vez que nos habíamos cambiado, decidimos ver una película mientras comíamos palomitas.


-¿Cuál quieres ver?

-¿Alguna reciente?

-Pues… Gru, mi villano favorito.

-¿La tienes? ¡En Italia no pude verla!

-Pues decidido.


Con él, las cosas siempre eran más fáciles. Cuando la película terminó, estábamos muertos de sueño, así que nos fuimos directamente a la cama.


-Estoy cansadísimo. ¿Nos vamos a la cama?

-Que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar – iba subiendo las escaleras mientras cantaba esa canción.

-¿Dónde voy a dormir?

-En la habitación de invitados.

-Pero la cama es muy grande para mi solo… - dijo poniendo cara de pena – Seguro que tengo frío por la noche.

-¿Tú? ¿Frío? ¡Tú no sabes lo que es el frío!

-Bueno, ¿duermes conmigo o no?

-¡Pues claro!




Fui a mi habitación a ponerme el pijama y cuando volví, recordé que Tyler siempre dormía con pantalones cortos, cosa que no tenía hoy…


-No te molesta, ¿verdad?

-Mientras eso no me toque…

-Ja, ja. Que graciosa. Ven, túmbate a mi lado.


Me senté en la cama y puse el despertador para que no nos quedásemos dormidos.



-¿A las siete de la mañana?

-Tú puedes quedarte más tiempo durmiendo si quieres. Yo, te recuerdo, que tengo instituto.

-¿Nunca has pensado en hacer pellas? – dijo levantando las cejas provocativamente.

-No, ni pienso hacerlo. Puedes salir, dar una vuelta o simplemente quedarte durmiendo. Recuerdo que eso era lo que más te gustaba.

-Y me sigue gustando, pero con alguien a mi lado.

-Buenas noches Tyler.

-Buenas noches enana.


  

Me abrazó por detrás y me dio un beso en la mejilla. Al poco, nos quedamos dormidos…


“Give me love like her,‘cause lately I’ve ben waking up alone…”

Despertarse con la voz de Ed Sheeran hacía que mi día empezase con una sonrisa. Pero hoy, lo primero que hizo que sonriera fue ver a Tyler durmiendo, tan tranquilo. Antes de bajar, le dejé una nota encima de la cama. No quería despertarle…






----------------------------------------------------------------------------------------------------

¡HOLA!
SIENTO HABER TARDADO TANTO TIEMPO EN SUBIR CAPÍTULO (LOS EXÁMENES Y TRABAJOS ME HAN ROBADO DEMASIADO TIEMPO), PERO EN COMPENSACIÓN, ÉSTE CAPÍTULO ES MÁS LARGO.

Gracias Irene por contribuir en la creación de este capítulo ;)

¡GRACIAS POR LEER!

Ainé

xx

sábado, 19 de enero de 2013

Capítulo 7


LAWSON…

Sonaba bien, la verdad. Andy estuvo contándome más cosas sobre su grupo. Me contó que eran cuatro chicos: Adam Pitts, Joel Peat, Ryan Fletcher y Andy Brown, por supuesto. 



Adam, que era el más bajito, tocaba la batería, Joel tocaba la guitarra, Ryan, que era el único rubio del grupo, se encargaba de tocar el bajo y Andy era el solista del grupo, aunque a veces también tocaba la guitarra. Resulta que se habían conocido por Myspace. Andy tenía un canal en Youtube dónde iba subiendo vídeos suyos cantando. Como grupo, ya habían sacado unos cuantos singles. Sus canciones estaban en inglés. Punto a favor. Las canciones en inglés suelen sonar mejor que las que están en español. O al menos eso pienso yo.

...Ahora que me acuerdo, no me contó por qué se llamaban así....bueno, ya me lo contaría después.

Andy también me contó que en la reunión que tuvieron acordaron que en dos semanas empezarían los preparativos para grabar lo que sería su primer videoclip. Sería de la canción “When she was mine” y se grabaría en Los Ángeles. Eran muy buenas noticias para ellos puesto que tener un videoclip los haría más famosos.

Esa noche descargué sus canciones de i-Tunes y las cargué a mi i-Pod . Me tumbé en la cama y apagué la luz. Esa era la mejor forma de escuchar música. Y pulsé el botón de reproducir...



Everywhere I go
Everything I do
Reminds me of you

(Andy….su voz era…cálida, dulce.)

Just a picture on the wall
I'm surrounded by it all
Gotta walk before I fall, yeah

Fall out, out on the street
Streetlight, light over for me
So far from where I used to be

(No podía creerme que cantara así de bien. Ryan y Joel hacían los coros, y la mezcla de los tres era perfecta.)

When she was mine
Everything was easy
Everything was simple
Never felt so good
When she was mine
I wanted to remember
Never missed a second
Now I wish I could forget
Forget when she was mine, mine, yeah
When she was mine, mine, yeah

(El estribillo era perfecto, no había forma de describirlo. Me gustaba.)

What I miss the most
Is talking up all night
We laughed until we cried
Now I'm breaking at the seams
Dropping to my knees
Nothing left of me, no

(La letra de la canción era triste, pero a la vez era enternecedora. Un chico que echa de menos a su novia y recuerda todo lo que hacían juntos.)

Like stone turned into dust
My heart wasn't enough
So far from where I used to be

When she was mine
Everything was easy
Everything was simple
Never felt so good
When she was mine
I wanted to remember
Never missed a second
Now I wish I could forget

(Cuando ella era mía, todo era más fácil, todo era más simple. Nunca me sentí tan bien….)

Forget when she was mine, mine, yeah
When she was mine, mine, yeah
When she was mine

Wonder if she's out there

Wonder where she goes, she goes
Wonder what she's doing
Will I ever know, yeah

Everything was easy
Everything was simple
Never felt so good
When she was mine
I wanted to remember
Never missed a second
Now I wish I could forget

Forget when she was mine, mine, yeah
When she was mine, mine, yeah

Down on my knees
Gotta see her, gotta see her, gotta see her
Tried to forget
But I need her, but I need her, but I need her


(Me encantaba esta parte.)

Down on my knees
Gotta see her, gotta see her, gotta see her
Tried to forget
But I need her, but I need her, but I need her









…¡Son las once y media! ¡Voy a llegar tarde!
Me levanté con tanta prisa que me olvidé de que dormía en una cama de dos metros de altura y me dí contra el techo. Eso era empezar bien el día. Bajé a desayunar como todos los domingos, pero esta vez, lo hice en dos minutos. No había tiempo que perder. Es más, me faltaba. Me di una ducha fugaz de esas que te despejan. ¿Qué iba a ponerme de ropa? Siempre me pasaba lo mismo, así que escogí uno de los modelitos que ya había llevado otros días. No había tiempo para pensar, así que me puse una camisa de cuadros roja y los leggins. Me lavé los dientes mientras me ponía las botas. Después de ponerme las lentillas, me peiné y salí de casa. Las doce menos dos minutos. Pfff….¡Demasiado estrés! Me puse el abrigo mientras iba andando, para tardar menos. Me dirigí a la parada de autobús, que estaba a dos minutos justos de mi casa. Cuando doblé la esquina de la calle vi, de lejos a la persona a la que tanto tiempo hacía que no veía. Alguien en quien siempre había confiado, al que le había contado todos mis secretos. Alguien cercano a quien echaba muchísimo de menos. En cuanto me vio, vino corriendo hacia mí. No pude impedir emocionarme. Le había echado de menos. Mucho. Demasiado.



--------------------------------------------------------------------------------------------

QUERÍA DECIROS QUE MUCHAS GRACIAS POR LEERME, Y QUE PODÉIS COMENTAR, NO MUERDO (creo). SIENTO QUE LOS CAPÍTULOS SEAN CORTOS, PERO ÚLTIMAMENTE TENGO QUE ESTUDIAR BASTANTE, ASÍ QUE NO OS EXTRAÑÉIS SI TARDO EN SUBIR CAPÍTULO NUEVO. PERDONADME.

PD: SI ALGUIEN QUIERE QUE DEJE DE MENCIONARLE POR TWITTER, QUE ME LO DIGA, NO HAY NINGÚN PROBLEMA. Y SI POR EL CONTRARIO, QUERÉIS QUE OS MENCIONE, DECÍDMELO.

MUCHÍSIMAS GRACIAS, DE NUEVO.

Ainé
xx

miércoles, 16 de enero de 2013

Capítulo 6


Había pasado una semana y no habíamos vuelto a tener noticias de Andy, así que nos centramos en las clases. Primero de bachillerato era….diferente a lo que había sido cuarto. Además, este año, escogí hacer la modalidad de Artes escénicas, música y danza ya que me encanta el teatro. Es algo que llevo haciendo desde los seis años y uno de mis sueños es actuar en algún teatro de la Gran Vía. Si por mí fuera, actuaría gratis en cualquier sitio.




Lo que más me reconforta es el aplauso del público. La manera en que te agradecen que actúes para ellos. No hay nada mejor que su reconocimiento. Este año tengo asignaturas que me encantan (artes escénicas y cultura audiovisual) y una que me infunde respeto: análisis musical. Me da miedo porque es una asignatura en la que tienes que analizar partituras, y yo nunca he ido a un conservatorio. Pero aún así, este año, será diferente.

Hasta que no llegase el momento de los exámenes podía relajarme un poco, pero eso no duraría mucho tiempo…


Sábado por la mañana. Miré por la ventana y vi que estaba nublado. No me gustan esos días. Lo primero que hice fue mirar mi móvil, como todas las mañanas. Vi que tenía una llamada  perdida de Irene, y la llamé:


-¿Ainé?

-¿Dime Irene! ¿Ha pasado algo?

-No, no, tranquila. Te llamaba para preguntarte si te pasarías esta tarde por casa de la abuela y así hablamos.

-Eeehh… si, claro. ¿A las cinco y media?

-A las cinco y media.
.

Y colgó.

¿De qué querría hablar? Bueno, eso ya lo descubriría después.

Hablé con mis padres y me dijeron que no había problema, que podía ir. No esperaba otra respuesta, la verdad. Al llegar allí, estaban mis tíos, mi primo Manuel, mi prima Irene y mi abuela. Después de saludar a todos, Irene y yo nos fuimos a un chino a comprar regalices rojos (más bien, era para escapar de allí y tener algo de intimidad, pero bueno). Fuimos a un parque que había por allí cerca, y nos sentamos en un banco.





-¿De qué querías que hablásemos?


Íbamos dando un paseo mientras tanto.


-He hablado con Andy…

-¿A sí?

-Sí, no te enfades. Hablamos el otro día y me dijo que te lo contara, porque no tenía tiempo de llamarte.

-¿Y qué te dijo, si se puede saber?

-Que está en una banda de música, y tuvo que irse porque les surgió una reunión para negociar los acuerdos del contrato de la discográfica.


Me quedé…sin palabras.


-¿Ainé? ¿Hola? ¿Estás bien?

-¿Banda? ¿Discográfica?

-Sí, acaban de empezar hace no mucho y pronto grabarán un videoclip de una de sus canciones, si la reunión sale bien.

-¿Y les salió bien?

-Pregúntaselo a él directamente. Toma, este es su número.

-¿Estás segura? ¿No decías que no tenía tiempo?

-Bueno…en realidad le daba miedo cómo podías reaccionar.


Suspiré, marqué el número y llamé a Andy, con la voz algo temblorosa. ¿Por qué no me lo dijo antes?


-¿Hola?

-Hola, soy…soy Ainé.

-¡Ainé! ¡Hola! Creo que Irene ya te ha contado porque me fui el otro día y por qué he estado desaparecido todo este tiempo…- dijo Andy, se le notaba que estaba nervioso.

-Sí, acaba de contármelo. ¿Qué reacción pensabas que iba a tener?

-No sé… podrías enfadarte…

-¿Enfadarme porque un amigo mío tenga una banda y vaya a grabar su primer videoclip? ¡Lo que estoy es sorprendida!

-Me alegro mucho, de verdad.

-La que se alegra soy yo. ¡Tengo un amigo que está en un grupo de música! Aunque no me veas, estoy dando saltos de alegría.

-Ainé, pon el altavoz, anda – dijo Irene impaciente.

-Andy, he puesto el altavoz, así que…

-¡Hola Andy! ¿Ves? Te dije que no se enfadaría ni nada.

-Gracias por dejarme a medias de la frase, eh.

-Sorry – dijo poniéndome cara de cachorrito abandonado.

-Sabes que eso no me funciona, pero vale.


Empezamos a reírnos las dos juntas. Pasó una pareja por al lado y nos miró. Pensarían que estábamos locas.


-¿Hola? ¿Chicas? ¡Sigo aquí, eh!

-¡Perdón Andy!


Dijimos las dos al unísono. Muchas veces me daba la sensación de que éramos como dos gotas de agua.


-Bueno…. Irene no me ha dicho cómo os llamáis, ni cuántos sois, ni vuestro tipo de música ni nada.

-Jo, quería que eso se lo contaras tú…

-Lawson, nos llamamos Lawson.


---------------------------------------------------------------------------------------------------

¡HOLA!
LO PRIMERO, AGRADECEROS QUE ME LEÁIS, DE VERDAD, GRACIAS. Y LO SEGUNDO, ME GUSTARÍA SABER VUESTRA OPINIÓN ACERCA DE LA NOVELA. PODÉIS HACERLO DEJANDO UN COMENTARIO EN EL BLOG, EN MI ASK ( ask.fm/annieaine ) O EN MI TWITTER ( @annie_aine )

¡Muchas gracias! 

xx

jueves, 10 de enero de 2013

Capítulo 5


Con el reencuentro de Andy, nos habíamos olvidado de mirar el reloj, así que ahora teníamos que ir corriendo a coger el autobús para llegar bien a casa de Irene. El viaje de vuelta se nos hizo muy corto, ya que no parábamos de hablar de Crónicas Vampíricas y de Ian Somerhalder. El ascensor tuvimos uqe compartirlo con una señora y sus dos hijas. Íbamos un poco apretadas, y así estuvimos hasta que llegamos al séptimo. Nuestra parada.


-¡Hola mamá!

-¡Hola tía!

-¿Cómo habéis tardado tanto? ¡Son casi las nueve!


Irene respondió, tal cual lo habíamos ensayado.


-Perdimos el autobús y a la vuelta, pensamos en ir a ver a Andrea, pero no nos cogía el teléfono, así que fuimos hasta allí, y resulta que no estaba.

-Anda que… ya os vale. Ainé, he llamado a tus padres y les he dicho que si quieres, te quedes a dormir.

-¿Y que han dicho?

-Que tu eliges.

-¡FIESTA DE PIJAMAAAAS! Jajajaja

-Lo suponía. Llamaré a tu madre.

-Gracias tía.


Mis tíos y mi primo ya habían cenado y nosotras no, así que tuvimos que hacernos la cena. RESULTADO: sándwich de jamón serrano, queso de cortar, dos salchichas y ketchup. Estaba bueno y todo.
Todos se acostaron, y nosotras nos quedamos en el salón, cada una en un sillón. Yo siempre me quedaba mirando por al ventana. Me encantaban las vistas de Madrid desde su casa.



Estuvimos hablando hasta las cuatro de la mañana, a esas horas entraba el aire por la ventana y se estaba muy agustito.



Por la mañana nos despertó mi tía, no recuerdo ni qué hora era. Desayunamos y después vimos los primeros capítulos de la primera temporada de Crónicas Vampíricas. Después de comer, nos fuimos a su habitación y nos pusimos en el ordenador. Siempre hacíamos lo mismo: Twitter, Tumblr, Asco de vida, Youtube y otra vez Twitter. Cuando estábamos mirando Twitter con la cuenta de Irene, vimos que tenía un mensaje directo de Andy: “¡Buenos días! He visto que Ainé no es de por aquí… ¿qué os parece si quedamos esta tarde y os invito a ese café? ;)” Nos pareció un poco precipitado, pero le dijimos que sí. Por la tarde, le dijimos a mi tía que el día anterior nos habían dicho que si volvíamos nos regalaban dos cafés, así que nos dejó ir.


Nos pusimos la ropa que habíamos comprado el día anterior, y salimos de casa. 



Nos fuimos a la parada del autobús, esperando que él estuviera allí. Llegamos a la parada, y él no estaba allí.

Bueno, podría haber cogido el autobús en otra parada, o haber cogido el autobús anterior. Así que no nos desilusionamos.
Esta vez, fuimos directamente al Starbucks. Al llegar, el chico del mostrador nos pregunto algo que nos extrañó:

-¡Hola! ¿Vosotras sois las señoritas Somerhalder?

-¿Este qué dice? – le susurré a Irene.

-Sí, somos nosotras.

-Ha venido un chico y me ha dicho que os de esta carta y estos dos café Mocca.

-Ermmmm….¡¿¡Gracias?!? – dije yo, todavía en shock.

Nos sentamos en una de las mesas y empezamos a leer la carta:
        
“Queridas señoritas Somerhalder,
me ha surgido un imprevisto y he tenido que irme pero antes he querido cumplir mi promesa. Así que ahí tenéis los café Mocca, que os dije. Si os lo habéis terminado y no he llegado, os deberé otros dos cafés. Haré todo lo que pueda para llegar a tiempo.
Los siento chicas,
        

Andy”


-Pues vaya… – dije yo, decepcionada.

-Míralo por el lado bueno: si no viene, nos invita a otros dos cafés.

-Pero yo no quiero más cafés…

-Tú le quieres a él eh eh eh eh.

-¡Qué dices! Yo lo digo porque si no viene hoy, no le volveremos a ver, a no ser que quedes tú con él y yo os hable por Whatsapp o algo así.

-Eso es cierto….

-Qué caca.

Pasaron veinte minutos y como no había venido Andy, nos fuimos a dar una vuelta por el centro comercial. Fuimos a Claire’s y nos probamos diademas y gorros, los más ridículos que encontramos.



Como ninguna de las dos nos atrevíamos a preguntar, al final, me tocó a mí.

-Bueno, ¿y qué hacemos? ¿Nos vamos?

-Como tú quieras.

-Hemos venido aquí por él y va, y no se presenta.

-Bueno Ainé, al menos ha dejado una nota. Podía no haberse presentado sin avisar.

-Sí, eso sí…


Decidimos volvernos a casa y olvidarnos de todo. Al rato llegaron mis padres y me fui a casa. Hogar dulce hogar.




domingo, 6 de enero de 2013

Capítulo 4


Estábamos en shock. Era el chico al que habíamos saludado desde el autobús. Habíamos coincidido con él y además, se había acercado a nosotras para saludarnos en persona. Teníamos dos opciones: a) asustarnos y b) creer que era simpático.

-Ehhh…si, si, claro. ¡Hola!- dijo Irene (siempre había sido menos tímida que yo).

-¡Hola!- dije yo casi sin darme cuenta.

-¡Qué casualidad que estéis aquí! ¿Puedo sentarme con vosotras?

En ese momento, sonrió. La cazadora de cuero era un punto a su favor.



-Sí, claro, no hay problema.

-Bueno, me presento. Me llamo Andy- dijo mientras nos daba dos besos a cada una.

-Yo soy Irene.

-Y yo Ainé.


No podíamos dejar de mirarle….¡Tenía unos ojos preciosos! ¿Y esos ricitos? Madre mía.

-¿Ainé? ¿De dónde es?

-Es celta. Y no, mis padres no son vascos.

-¿Cómo sabías que iba a…?

-Siempre me dicen lo mismo- dije con una sonrisa.

-Pues me gusta. Es bonito.

-¡Gracias! Y…no sé….¿cuántos años tienes?

-Tengo diecisiete pero cumplo los dieciocho en un mes.¿Y vosotras?

-Tenemos dieciséis. A ella le queda mes y medio para cumplir diecisiete y a mi, seis meses- dijo Irene.

-¿Los tenéis contados?

-Más o menos- respondí yo.


De repente, sonó un móvil. Era un i-phone, así que sólo podía ser suyo.

-¡Ay, disculpad! Es mi móvil. Tengo que cogerlo, perdonad.

-Tranquilo.


Se fue afuera de la tienda, porque dentro había mucho ruido.  En el momento en el que Andy salió, empezamos a hablar de él.

-Irene, no para de mirarte. No lo niegues.

-¿Qué? ¡No deja de mirarte a tí!

-Venga, claro, como siempre.

-Todo tuyo, además, no lleva dilatas (dilataciones). Así que todo tuyo. Además, tiene el pelo medio rizado, hacéis buena pareja jajajaja.

-Lo que tú digas ¬¬

Justo en ese momento entró Andy.

-Lo siento chicas, pero tengo que irme. ¿Tenéis twitter?


Irene y yo nos miramos porque habíamos puesto algunos tweets que iban sobre él.


-Errrmm…

 Gran fallo. Pero Irene se adelantó:

-Danos el tuyo y ahora después te seguimos, ¿vale?

-Sí claro.


Nos apuntó su twitter en una servilleta.

-Bueno chicas- dijo mientras se despedía de nosotras –un placer haberos conocido.

-¡Igualmente! – dijimos a la vez Irene y yo.

-¡Hasta otra!

-¡Adiós!

-¡Adiós!


No borramos nuestros tweets porque en ellos simplemente contábamos la anécdota del “misterioso chico” que nos había saludado desde la parada de autobús. Empezamos a seguirle y a los dos minutos, teníamos una mención: “Siento haberme ido tan rápidamente. La próxima vez, invito yo a los cafés, @Irene_Blue y @annie_aine  ¿o podría decir señoritas Somerhalder? ;) “. Las dos empezamos a reírnos como dos tontas. A mí me encantaba que la gente pusiera las menciones al final o en medio, ya que al menos esa persona se molestaba en escribir, no le deba a responder y ponía lo primero que se le venía a la cabeza. Irene, por su parte, se reía de lo de “señoritas Somerhalder” ya que eso demostraba que el chico se había fijado. Esto, definitivamente era un buen día.



------------------------------------------------------------------------------------------------------------

BUENO, ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDO LA HISTORIA.

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!

YA SABÉIS, DUDAS, COMENTARIOS: @annie_aine